domingo, 8 de febrero de 2015

La batalla Machichaco.

La batalla del cabo Machichaco tuvo lugar en las costas de Vizcaya un 5 de marzo de 1937, dónde se enfrentaron la Marina de Guerra Auxiliar de "Euzkadi" (Euzko itsas Gudarostea), la marina del gobierno autónomo vasco, fiel a la República, y el crucero Canarias, perteneciente a la marina franquista.

A principios de marzo de 1937 la flota del bando sublevado del Cantábrico, estaba desplegada en ese mar acechando la llegada del mercante "Mar Cantábrico" que había zarpado del puerto de Nueva York el 6 de enero con una carga de material de guerra para la República y que después había hecho una escala en el puerto mexicano de Veracruz para completar la carga y desde donde había salido el 19 de febrero.

Mientras esperaba a la altura de Bilbao, el Canarias recibió el 4 de marzo la orden de capturar al mercante Galdames, que se dirigía a Bilbao desde Bayona con un cargamento de moneda recién acuñada, y que iba escoltado por el José Luis Díez y el Nabarra, el Bizkaia, el Gipuzkoa y el Donostia.

El Bizkaia estaba capitaneado por Alejo Bilbao, mientras que el Gipuzkoa por el joven Manuel Galdós, ambos curtidos como capitanes en la marina mercante. El capitán del Nabarra era Enrique Moreno Plaza, natural de La Unión, Murcia. La estratagema de ambas naves fue separarse y tratar de atraer al crucero al alcance de las baterías costeras vizcaínas, con cañones de calibre mucho más grueso. El crucero Canarias poseía multitud de cañones de gran calibre y de mucho mayor alcance, junto a varias ametralladores y una numerosa tripulación experimentada.

El Canarias avistó sólo al Gipuzkoa y disparó contra él, destruyendo su cañón de popa y provocándole un incendio. Pese a su manifiesta inferioridad, aceptó con valentía el combate respondiendo al fuego y tocando al Canarias. En el envite perderían la vida 6 españoles y 12 resultarían heridos, la mayoría en el buque vasco.

El Gipuzkoa, averiado gravemente, se dirigió a Portugalete y el Canarias, persiguiéndole, entró dentro del radio de alcance de las baterías costeras de Punta Galea y Punta Lucero, que abrieron fuego contra él, lo que le obligó a retirarse hacia el Norte, en tanto que el Gipuzkoa conseguía entrar en puerto.

Mientras, el Bizkaia se topó con un mercante de bandera estonia que había sido apresado por el Canarias y que resultó ser el Yorkbrook que llevaba unas 460 toneladas de material de guerra para la República, escoltándolo a Bermeo.

El resto del convoy se encontró con el Canarias, que abrió fuego contra el Galdames, matando a cuatro pasajeros, por lo que el mercante izó bandera blanca y paró la máquina, rindiéndose.

A continuación, el crucero franquista disparó contra el Donostia y el Nabarra.

El Donostia logró hacer varios impactos en el crucero y luego escapó a un puerto francés donde fue reparado y donde permaneció a la espera de que el peligro hubiera pasado para regresar a Bilbao.

En cambio, el Nabarra, presentó batalla con una más que notable inferioridad, el combate duró más de hora y media y terminó cuando un disparo del Canarias alcanzó sus calderas, lo que obligó a abandonarlo. Veinte de sus 49 tripulantes embarcaron en los botes salvavidas. El comandante y el primer oficial decidieron quedarse a bordo y hundirse con su barco antes que caer prisioneros de los franquistas. El resto había muerto en el combate.

El Canarias recogió e hizo prisioneros a los 20 supervivientes del Nabarra, que unos meses después fueron juzgados en Consejo de Guerra y condenados a muerte. La intercesión directa ante el general Franco del comandante y del director de tiro del Canarias (Salvador Moreno y Manuel Calderón, respectivamente), impresionados por el valor demostrado por el Nabarra, hizo que Franco les indultara y les pusiera en libertad en reconocimiento a su valentía.


El destructor José Luis Díez no participó en la batalla porque su comandante, el alférez de navío Moya, alegó una avería y se dirigió al puerto francés de Burdeos. Allí el 7 de marzo, después de sabotear las turbinas del barco, Moya desertó junto con otros oficiales.



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